LA COHERENCIA ES FUNDAMENTAL
EN LOS PADRES PARA TENER CREDIBILIDAD FRENTE A SUS HIJOS.
Para este texto consideraré al -ser- como el conjunto
de varias áreas: cuerpo, emociones, razón, voluntad y espíritu, las cuales se
expresan a través de palabras, acciones, sentimientos, pensamientos y
reacciones.
La comunión entre cada área del -ser- es compleja y
hermosa, demanda conexión entre cada una, diálogo entre todas y acuerdos que honren
la verdad y la coherencia; esta comunión pone al ser en una situación no siempre
agradable, lo ubica entre desacuerdos, también entre deseos no aceptados por la
totalidad del ser, sin embargo, representa una oportunidad para ejercer
gobierno sobre sí mismo, tomar decisiones honestas y crecer en integridad. Esta
comunión demanda contemplación, reflexión, diálogo intrapersonal, motivación
para -ser uno- y diligencia para serlo, es complejo este proceso porque
requiere sujeción de unas áreas a otras, y a la vez es hermoso porque sus
frutos son idóneos, saludables y promotores de transformación en el entorno. La
unidad entre cada área del ser y entre cada expresión de éste da lugar a una
comunión entre sí, que junto con la motivación para -ser coherente- conduce a un
actuar íntegro.
Ser consciente del -ser- y -saber ser- constituye una
responsabilidad al ejercer el rol de padre, el rol de madre, o el rol de
cuidador. Diariamente los padres
proyectan lo que -son- a sus hijos y les enseñan a -ser- a través de cada
palabra, silencio, reacción, conducta, hábito y expresión, todos los días le
dan forma al -ser- de sus hijos. La
integridad es el mejor ejemplo, si los hijos pueden decir: -mis padres hacen lo
que dicen, cumplen lo que prometen y su palabra es suficiente-, significa que
hay credibilidad, creen en sus padres, lo cual es fundamental para una buena
relación entre padres e hijos. La incredulidad de los hijos hacia sus padres da
lugar a la apatía, desobediencia y rebeldía, es menester un trabajo
intrapersonal por parte de los padres para inspirar en sus hijos credibilidad,
confianza y verdad; inspiración que promoverá en cada hijo una mejor relación
consigo mismo, con sus padres, con otras figuras de autoridad y con sus pares.
Cuando la educación que los padres brindan a sus hijos
es respaldada por un ambiente de sinceridad y coherencia, entonces, el respeto
y la confianza de los hijos hacia sus padres serán protagonistas. El ejemplo guarda un mensaje de integridad claro y contundente, le da fuerza a
la palabra, autoridad a la instrucción y determinación a cada decisión tomada
en el ejercicio del rol de padres, en esto es indispensable meditar cuando preocupa
la desobediencia, indiferencia e irrespeto de los hijos.
Si la integridad es una columna en la vida de los padres, los hijos
serán instados a asumirla como principio de vida. Amarán la coherencia entre el ser y el hacer,
entre decir y actuar, y entre pensar y proceder.
VIVIANA ZULUAGA