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viernes, 17 de julio de 2020

LA ESCRITURA

Escribir es todo un reto para mi,
el adulto, fácil y automáticamente lo hace;
es complicado, el lápiz bien agarrar para mi,
es complejo que el renglón respete.

Todos piensan que sólo de mi mano depende,
y yo siento que de mi cuerpo también;
creen que el asunto es memorizar la forma del lápiz agarrar,
pienso que el tema no es de memoria, hay algo más que considerar.

Descubrí que la estrategia 
es más divertida,
encontré que la manera
es más llamativa.

Muchos piensan que debo memorizar una forma,
e imitar un modelo de letra,
yo creo que se trata
más de experiencia sensorial y motora.

Si aún no controlo mi cuerpo
cuando sobre una línea salto,
pienso que complejo me quedará al escribir,
el lápiz, sobre el renglón, bien dirigir.

Pienso que ayudaría:
un mejor manejo de mi cuerpo en el espacio,
considero que conveniente sería:
una mejor postura antes que exigirle un buen agarre a mi mano.

El asunto,
es menos de forma, el tema es más profundo;
el asunto,
es más dinámico, no tan estático en un escritorio.

El tema es menos de silla,
más de movimiento.
El asunto no es de prisa,
constituye  un precioso proceso.

-VIVIANA ZULUAGA-





sábado, 4 de julio de 2020

DISCIPLINAR ES PROMOVER APREHENDIZAJE, APREHENDER ES ASIMILAR.

LAS ESTRATEGIAS Y MÉTODOS PARA DISCIPLINAR A LOS HIJOS DEBEN TENER COMO RESULTADO LA FORMACIÓN Y EL DESARROLLO DE SU SER, NUNCA LA LESIÓN A SU CUERPO, SENTIMIENTOS Y/O EMOCIONES.


La palabra “disciplina” (enseñanza, educación) viene del latín disciplina, derivado de discipulus (discípulo)…. Sus componentes léxicos parecen ser:
·         La raíz -disc- del verbo discere (aprender)…
·         La raíz -cip- del verbo capere (capturar, agarrar)…”
(Diccionario Etimológico Castellano En Línea, en: etimologías.dechile.net).


Podría expresarse, entonces, que disciplinar a los hijos está relacionado con una habilidad en el adulto para capturar la atención del niño con el fin de promover aprendizaje en él, lo cual muy distante está de provocar lesiones de cualquier tipo.


 Todas las acciones que el ser humano lleva a cabo tienen efectos en su entorno, las consecuencias van más allá de lo que alcanzamos a imaginar,  tienen repercusiones a nivel ambiental, social, personal, ocupacional, entre otras, nunca ocurren solamente en un área.  Es necesario un análisis minucioso de las consecuencias hasta de los más imperceptibles actos y reacciones por parte de los adultos sobre los niños, pues no existe acción que no esté conectada a un efecto multidimensional.

El ejercicio del rol de padre y madre debe estar siempre acompañado de conciencia y responsabilidad, conciencia para actuar y responsabilidad frente a las consecuencias de las acciones. Si frente a las acciones hay conciencia de las consecuencias, los actos de los padres tendrán efectos constructivos en la vida de sus hijos. Infortunadamente, la mayoría de veces, los análisis y las reflexiones que se hacen de las reacciones y diferentes comportamientos ocurren una vez llegan las consecuencias, dando lugar a preguntas como: ¿Por qué no lo pensé mejor?, ¿Qué hice?, ¿Por qué no actué de otra forma?...

La ira y la impulsividad no son efectivas para corregir, por el contrario, destruyen y reproducen en los hijos mismas conductas de descontrol y agresividad. Frente a la desobediencia, actitudes caprichosas y manipulativas, se deben establecer estrategias para corregir y disciplinar desde un empoderamiento de sí mismo. Manejar la situación y no permitir que ésta controle y por ende genere caos, confusión y reactividad, representará un reto para los padres.

Papás y mamás que deseen educar de manera constructiva deben trabajar en sí mismos, deben ser conscientes de la necesidad de su propio cambio para promover formación en sus hijos; aquellos padres conscientes de sus actos harán todo lo posible por abstenerse de definir su conducta en momentos de ira y/o confusión, ellos procurarán autorregulación para  abordar con sabiduría e inteligencia la situación.

En este momento de la lectura, puedes estar pensando: -No es posible-, -No es real-, -No hay perfección en el proceso de educación-, -La crianza no es perfecta-…, es cierto, no hay perfección en la educación, y existe  una palabra poderosa que puede marcar la diferencia con tus hijos niños o adolescentes, ésta es: -Perdón-, hay una expresión capaz de romper barreras en la relación entre padres e hijos, ésta es: -“me he equivocado-, sin embargo, no se pronuncian sin un alto nivel de consciencia y humildad en el proceso de educación.

En lugar de dejar marcas y cicatrices en el cuerpo y en el alma de tus hijos, deja huellas en su mente y corazón que propendan por la sana formación del carácter, desarrollo de inteligencia emocional, amor a sí mismos y a su prójimo.

Considerar el principio de construcción en el proceso de educación significa ser conscientes de que el resultado de la disciplina debe ser un aprehendizaje en los hijos, frente a lo cual no son pasivos; son activos, reflexionan, preguntan, meditan y participan en la construcción de sí mismos al capturar y asimilar principios para ser y vivir.


VIVIANA ZULUAGA


Movimiento

Queridos padres, queridos profes: Moverme, despierta conexiones; moverme activa percepciones, moverme conecta mis neuronas, al moverme, mejo...